Por unas fiestas sin sangre
Desde el colectivo “Cantabria contra la tauromaquia” queremos visibilizar y denunciar un año más cómo las fiestas de distintos territorios de Cantabria en general, y sobre todo de Santander en particular, se ven manchadas de sangre debido a bochornosos actos taurinos. De esta forma,este año estamos teniendo constancia de actos de tortura en un número de ubicaciones considerablemente mayor al del año pasado y sustancialmente superior al de otros años, en una clara ofensiva reaccionaria de algunas instituciones gubernamentales de Cantabria por mantener la tauromaquia con respiración asistida, en forma de subvenciones y fondos de dinero público. En concreto, en marzo tuvo lugar una corrida de toros en Pesaguero (comarca de Liébana), en mayo otra en Rionansa y recientemente, el último fin de semana de junio, tuvieron lugar una corrida y una novillada en Requejo (Campoo de Enmedio). Este fin de semana, en Treceño tendrá lugar una suelta de toros y corrida y entraremos en la Semana Grande de Santander con siete eventos taurinos. A partir de aquí, la agenda de torturas cuenta con más eventos en agosto en La Edilla (Rasines), en Bárcena de Pie de Concha y en Polaciones. Por si fuera poco, el espectáculo sanguinario continuará en septiembre en Molledo (con cuatro encierros de vaquillas, uno de ellos infantil), en Ampuero (tres encierros) y una corrida de toros en Santoña.
El epicentro de todo este bochorno, las torturas que tendrán lugar una vez más durante las fiestas de Santander, es también el mayor ejemplo de que además del fomento de un indignante maltrato animal, son un claro caso de injustificable y opaco derroche de dinero público. En este sentido, de lo que tenemos datos es, en línea con los enormes gastos que año a año se destinan a la tauromaquia, del informe de liquidación del presupuesto de 2023 del Ayuntamiento de Santander, donde se especifica el gasto de 300.000 € en la rehabilitación de la plaza de toros de Santander.
Por otro lado, se apreciaba un ingreso a la “S.A. de la Plaza de Toros” de 35.000 €, dentro de la categoría “Otras subvenciones a públicos y sociedades mercantiles”. Al mismo tiempo, si
miramos la aprobación de los presupuestos generales de 2023, en el apartado de “Sociedad
Municipal Plaza de Toros de Santander, S.A.” se aprecian, por un lado, gastos de 35.675 €
(personal) y 64.030 € (bienes y servicios), haciendo un total de 99.705 €. Por otro lado, en cuanto a ingresos, 68.705 € (en tasas y otros ingresos, los cuales entendemos que viene a ser el alquiler de la Plaza de Torturas) y, curiosamente, un gasto de 35.000 € en lo que llaman “transferencias corrientes”. Con ese último ingreso, el balance anual sale de 4.000 € en positivo. Sin él, estaríamos hablando de pérdidas de 31.000 €. Pero ¿de dónde provienen esos 35.000 € que son exactamente la misma cantidad que se dona en forma de subvención a la Sociedad Municipal Plaza de Toros de Santander, S.A.? Este dato es algo que se aprecia en otros años precedentes. Por ejemplo, en la aprobación de presupuestos de 2021, las otras cifras de gastos e ingresos varían ligeramente, pero estos 35.000 € exactos se mantienen, dando con ello de nuevo un saldo positivo de 5.000 €. Sin él, hablaríamos de pérdidas de 30.000 €. En este contexto, a pesar de la opacidad por parte del Ayuntamiento, esta declaración del exconcejal, Miguel Saro, en un pleno de 2022, confirma y explica esta suposición a la que llegamos: “la actividad de tauromaquia no ha sido rentable desde el punto de vista económico desde hace muchos años, un hecho que expresa la burbuja en que se ha convertido gracias a las subvenciones públicas, siendo Santander una de las pocas Administraciones que ha mantenido las inyecciones financieras sin límite para garantizar la pervivencia de la tauromaquia en nuestro municipio. No ha ayudado a su supervivencia económica el hecho de que históricamente la Alcaldía se haya reservado en torno
a mil abonos anuales de la Feria de Santiago como regalos para agasajar a cientos de personas y colectivos de la ciudad, una herramienta muy útil para asegurar la buena salud de redes clientelares. En mayo de 2016 el Pleno del Ayuntamiento de Santander acordó no subvencionar en adelante la feria taurina de la ciudad, acuerdo que no ha tenido reflejo en las cuentas municipales hasta este año, habiendo recibido la sociedad pública Plaza de Toros una subvención de al menos 100.000 € para asegurar su equilibrio presupuestario, que en los
últimos dos años se ha reducido a 50.000 y 35.000 €. Este ejercicio presupuestario se va a
desarrollar por primera vez la Feria de Santiago a través de un contrato de arrendamiento con
tercero, con la empresa Lances del futuro, S.L., que podrá ser prorrogado por las partes dos años más, en el que el Ayuntamiento se reserva gratuitamente 325 abonos, palcos institucionales, ocho barreras y cuatro contrabarreras.”
El hecho de inyectar desproporcionadas subvenciones a esta empresa apunta a ser la explicación de probables pagos indirectos con dinero público a hechos como los autobuses que se fletaron de Gijón a Santander en 2021, gratuitamente, para asistentes a los actos taurinos en Santander. Oficialmente, estos gastos han corrido a cuenta de la empresa que gestiona desde 2020 estos eventos taurinos, Lances de Futuro S.L. Sin embargo, estas grandes cantidades de fondos públicos que vienen percibiendo, además de servir para ocultar un déficit presupuestario del Ayuntamiento, es probable que sirvan para sufragar este tipo de gastos de manera indirecta. Buena parte de todas estas conclusiones quedan más en evidencia con informaciones como la de este titular de El Diario Montañés de 2016: “El consejo de administración de la sociedad municipal Plaza de Toros de Santander ha dado el visto bueno a la aportación económica ‘necesaria’ para evitar la disolución la sociedad –66.000 euros adicionales este año– y ha aprobado también el presupuesto para el próximo ejercicio, que ascenderá a 1.308.000 euros. Asimismo, se ha aprobado mantener la aportación municipal de 100.000 euros a la Plaza de Toros en los presupuestos de 2017, porque de no hacerlo se repetiría de nuevo la situación y el riesgo de desaparición de la sociedad.”
Además, el derroche de dinero público va mucho más allá, con ejemplos como la polémica
Escuela Taurina que se inauguró en 2021, o los enormes gastos propagandísticos que se vienen realizando en los últimos años, tanto a nivel publicitario por Santander, como con los
desplazamientos de la Alcaldesa a distintas ciudades, destacando en enero de este año, su
presencia, junto a José María Garzón, empresario de Lances de Futuro S.L., en la Feria
Internacional de Turismo (FITUR) de Madrid. Por cierto, haciendo un pequeño paréntesis para
ubicar un poco a Lances de Futuro S.L., es la empresa que tiene la concesión de la Plaza de Toros desde 2020 hasta 2024. Es una entidad sevillana, la cual se constituyó el 19 de octubre de 2006, y que en su web tiene destacada la cita: “Me gustan más los sueños del futuro que la historia del pasado” de Thomas Jefferson, quien fue tercer presidente de los EE. UU. y que tuvo en esclavitud para su propio uso a más de 600 personas afroamericanas. Esta empresa actualmente gestiona las Plazas de Torturas de Santander, Córdoba y Málaga, pero ha llegado a gestionar en distintos momentos hasta un total de 27 plazas de todo el Estado. Es destacable que las únicas que se ubican al norte de Madrid fueron Zaragoza, Valladolid, y de ahí hacia más el norte, encontramos únicamente la de Santander.
Volviendo al tema del derroche económico, en páginas taurinas de internet vemos titulares que hablan de las ganancias por tarde de torturas de los máximos exponentes dentro de la tauromaquia, entre los que se encuentra Roca Rey, quien participará el día 25 de julio en uno de los actos en Santander. En ellos, se destaca que, históricamente, en lugares como Pamplona durante San Fermín, estos torturadores pueden recibir cerca de 200.000 € por tarde. En cuanto a la ganadería que trae los toros, algo de lo que se habla menos, encontramos estimaciones como que en Pamplona pueden cobrar entre 72.000 € y 120.000 €. En este sentido, nos preguntamos ¿cuánto dinero se va específicamente a toreros y ganaderos para los actos de tortura de Santander en particular y todos los citados de Cantabria en general?
Por otro lado, además de toda la opacidad en cuanto a las cifras económicas, quienes defienden la tauromaquia suelen citar datos que refuerzan sus argumentos. A la hora de hacer un seguimiento de las fuentes de dichos datos, esto suele ser una tarea muy difícil ya que, o no van acompañados de la fuente, o se citan fuentes con datos poco fiables procedentes (por ejemplo, de blogs), o incluso se citan fuentes que luego no son localizables. En este sentido, vamos a poner un ejemplo que hemos analizado al hilo de estas declaraciones de Gema Igual en junio de 2022 durante la presentación en Gijón de la nueva edición de Feria de Torturas en Santander: “Hay que tener en cuenta que el impacto económico que suponía la feria taurina para la ciudad de Santander estaba estimado en más de 7 millones de euros anuales antes de la llegada de la pandemia, así como su efecto dinamizador de la actividad empresarial y de generación de empleo, especialmente en el
sector servicios.” “Según un estudio de la Universidad de Cantabria, la Feria Taurina de
Santiago tiene un impacto para la ciudad de Santander de 7,2 millones de euros.”
Este dato, se ha venido usando en los últimos años por parte de quienes defienden la tauromaquia en Cantabria. Por ejemplo, en un artículo del periódico “El Mundo”, de 2019, en el que el titular era “El impacto económico de la feria de Santander es de 7 millones de euros”. Es llamativo que, dentro de dicho artículo, ni se volvía a citar este dato, ni mucho menos se citaba la fuente. O en el artículo ya mencionado de El Diario Montañés, encontramos dicha mención para respaldad la rentabilidad de las Ferias Taurinas en Santander, a pesar de haber recibido 100.000 € para que la Sociedad Municipal de la Plaza de Toros no se tuviese que disolver: “Ha recordado también que un estudio realizado por la Universidad de Cantabria ha estimado en 7,14 millones de euros anuales el impacto económico de la Feria de Santiago.”
Al leer esta información mientras preparábamos este artículo nos preguntamos, ¿qué habrá tenido en cuenta ese supuesto estudio de la Universidad de Cantabria? Si fuese real ese balance, ¿para quién estaría siendo el beneficio, para la sociedad en general o para un pequeño grupo de empresas que se lucran de este entramado parasitario de fondos públicos que es la tauromaquia? Para ello, hicimos un seguimiento a través de distintas bases de datos por internet, en primer lugar, buscando el supuesto artículo de la Universidad de Cantabria. Hasta la fecha no lo hemos encontrado. ¿De dónde sacó este dato, señora Alcaldesa?
De momento, en un último intento, decidimos por curiosidad preguntar a una aplicación de
Inteligencia Artificial por este estudio y la respuesta fue esta: “Lamentablemente, no he podido encontrar información específica sobre un estudio científico realizado por la Universidad de Cantabria que respalde directamente la afirmación de la alcaldesa de Santander, Gema Igual, sobre el impacto económico de 7,2 millones de euros de la Feria Taurina de Santiago en la ciudad.”
A falta de que se nos facilite este supuesto estudio de la Universidad de Cantabria (el cual, señora Alcaldesa, puede facilitarnos a la dirección de email que aparece al final de este artículo), haciendo un seguimiento por internet, sí que encontramos un artículo que a su vez hacía alusión a un informe publicado en un blog taurino, y que apuntaba a que “Ferias como Albacete o Santander suponen 8,5 millones € para la economía local”. Para ello, en el informe presentan una tabla con supuestos datos del año 2010. En ella, ese año relatan que hubo 10 corridas de toros, con una asistencia total de 70.000 personas, lo que habría implicado recaudar 3.5 millones de euros de beneficio de taquilla, y de impactos totales cerca de 8.5 millones de euros, contando los efectos indirectos (restauración, transporte y hospedaje) y lo que denominaban “efectos inducidos” descritos como “repercusiones sobre la economía local derivadas del incremento de la demanda que provoca el evento”. Se nos aclaraba también que “sin entrar aquí en detalles técnicos, los efectos multiplicadores se pueden deducir de las Tablas Input-Output elaboradas por el Instituto Nacional de Estadística. En particular, de la denominada matriz inversa de Leontief, cuyos coeficientes técnicos se suman por columnas para así obtener los multiplicadores de la producción de los sectores implicados.”
De entrada, todo este análisis, como toda simulación usando datos indirectos o asumiendo factores de conversión, es una simplificación muy grande de la realidad, con grandes márgenes de error que pueden darse, los cuales, además, es fácil que puedan condicionarse para que lleven a los resultados que se quieren obtener. Cuando se afirman rotundamente resultados como se hace en este informe, sin hacer una autocrítica con las limitaciones de la metodología empleada, la transparencia y objetividad de dichos resultados es, como mínimo cuestionable y dudosa. A partir de aquí, entrando a analizar los datos de eventos y asistencia que se contabilizan, se habla que tuvieron lugar diez eventos durante la Semana Grande, entre los cuales “se han contabilizado únicamente las corridas de toros y de rejones incluidas en cada feria”. Si miramos al cartel del año 2010, efectivamente fueron diez eventos, pero al menos uno era una novillada con lo que de entrada se ha contabilizado de más. Por otro lado, según estos datos, se hace referencia a 70.000 personas asistentes a estos eventos (llamativas estas cifras tan redondas, por cierto) durante los diez eventos. Esto supone estar hablando de 7.000 asistentes a cada evento ya que la plaza tiene un aforo máximo de 11.700 personas asistentes. Es decir, contando con una afluencia muy elevada, en una realidad que no es raro que diste mucho de esta cifra. Pero, aunque fuese el caso de estos niveles de afluencia en 2010, ¿cuántas de estas supuestas entradas fueron regaladas, es decir, pagadas por dinero público y no se deberían contabilizar como beneficio o rentabilidad?
Y aquí llegamos al punto más importante y el más representativo de lo que son afirmaciones como las que hizo la señora Alcaldesa en defensa de la tauromaquia, replicada por distintas voces y medios. En este caso se estiman 50 € de media por localidad comprada, pero ¿de dónde provienen los datos de esas supuestas 70.000 entradas vendidas? Pues bien, si nos vamos a las fuentes de información que vienen al final de este artículo (entre las que es llamativo que algunas son otras entradas de blogs y alguna noticia de algún periódico, que a su vez no cita fuentes en los datos que presenta), en primer lugar, es destacable que, salvo tres de las fuentes, todas las demás son de 2009 o antes, por lo que los datos usados (del año 2010) no pueden provenir de ahí. De las tres fuentes del 2010 o mayores, dos de ellas eran fuentes específicas de Andalucía, y, por tanto, solo una de un blog llamado “toroaficion” podía encajar como fuente. Al buscar esa referencia, el blog en cuestión resulta que no existe en la actualidad. Por tanto, al menos por la información citada en ese informe, no hay forma de hacer rastreo alguno a esos datos. De nuevo, si alguien que nos lee dispone de dichas fuentes, al finalizar este artículo dejamos el correo electrónico para hacérnoslas llegar y poder al menos analizarlas y contrastarlas.
Tras todos estos apuntes, volvemos a destacar a modo de cierre de este artículo que, un año más, las fiestas de Santander se verán manchadas de sangre cada día, debido a los bochornosos actos de tortura que van a tener lugar en la Plaza de las Torturas. Esto, se está ampliando en los últimos tiempos a numerosos municipios de Cantabria, como hemos detallado al inicio del artículo. Unos "espectáculos" que son mantenidos, como muestran muchos datos y evidencias, únicamente por el dinero público que se les inyecta continuamente para mantener una imagen propagandística de altas afluencias a estos actos. Sin este hecho, el sector de la tauromaquia estaría hundido y existen muchas referencias que apuntan a que estas sanguinarias tradiciones generan cada vez más rechazo social. En este sentido, según datos estadísticos de AVATMA, la Asociación de Veterinarios Abolicionistas de la Tauromaquia, facilitados por el Ministerio de Cultura en 2019, los festejos taurinos han venido cayendo en un 73.4% desde el año 2007. Por otro lado, el 77.5% de los festejos taurinos se concentran en tan solo cuatro comunidades autónomas (Andalucía, Castilla y León, Castilla la Mancha y la Comunidad de Madrid). Además, el 78% de las personas residentes en el estado están en contra de las subvenciones a la tauromaquia, subvenciones que pueden provenir de la Política Agraria Común (la PAC), del Ministerio de Cultura, del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, de las Diputaciones y también de los Ayuntamientos. Por tanto, estos actos de tortura siguen vivos porque algunas instituciones se empeñan en seguir subvencionándolos, como vemos año a año con el bochornoso caso del Ayuntamiento de Santander. Finalmente, y en relación a un artículo de El Diario Montañés del pasado 4 de julio en el que relatan “una noche de acampada y colas por un abono en la Feria de Santiago”; en datos de 2016 divulgados en diversos medios de comunicación, entre la juventud, el 84% de las personas jóvenes no se sienten orgullosas de vivir en un país donde las corridas de toros son una tradición. Estas colas de “decenas de aficionados” buscaban comprar el denominado “Abono Joven”, el cual en datos de 2022 era de 47 € para toda la semana de actos taurinos. ¿Quién paga la diferencia respecto a los precios normales? ¿Lo deja de cobrar el torturador o la ganadería que suministra los toros? ¿Lo pone la empresa de su bolsillo? ¿O se financia indirectamente a través de las subvenciones del Ayuntamiento a la empresa, es decir, a través del bolsillo de la ciudadanía?
La tauromaquia está en decadencia, este hecho es indiscutible si se hace un análisis en una
perspectiva amplia y detallada, sin dejarse manipular con tendenciosos titulares como el que
acabamos de citar, así como de artificiales niveles de afluencia a los actos taurinos. Y a pesar de ello, es indignante la respiración asistida que se le viene dando por parte de algunos gobiernos y alcaldías, como es el caso del Ayuntamiento de Santander y de otros ayuntamientos de Cantabria que en último año y medio se están sumando a esta ola reaccionaria. De esta forma, el año pasado ya vimos un enorme aumento de la promoción de estos sanguinarios actos, y, este año, el esfuerzo por promocionarlos parece estar siendo incluso mayor.
En respuesta a la bochornosa campaña de eventos taurinos en Cantabria, hacemos un llamamiento a la sociedad cántabra a reaccionar mostrando un rotundo rechazo. Y en este
sentido, desde el colectivo "Cantabria contra la tauromaquia" vamos a seguir denunciando estos vergonzosos actos y convocando movilizaciones para que seamos cada vez más personas concienciadas y activas contra la tauromaquia en Cantabria. Por ello, os animamos a estar atentas a las movilizaciones que iremos convocando en los próximos meses. En este sentido, os pedimos que asistáis a la concentración que estamos convocando para el próximo jueves 25 de julio a partir de las 17:30 h. frente a la Plaza de las Torturas de Santander (Plaza de Toros).
Por una Cantabria antitaurina, por un mundo antitaurino, ¡tauromaquia abolición!
En Santander, a 5 de julio de 2024
CANTABRIA CONTRA LA TAUROMAQUIA
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