Notas provisionales sobre el 5G

Los motivos por los que oponerse a la red 5G son muchos, a menudo relegados a un segundo plano debido a la preocupación predominante (y absolutamente legítima) de una tecnología de máxima nocividad, que invadirá cuerpos y espacios con graves consecuencias desde el punto de vista de la salud y la contaminación ambiental. Cuando hablamos de 5G, no podemos tener en mente un simple avance sobre la red actual de 4G y por lo tanto una forma de navegar más rápido. Cuando hablamos de la red 5G ni siquiera podemos verla “sólo” como otra nocividad más, oponiéndonos exclusivamente en términos de seguridad para la salud de los individuos y la protección del medio ambiente. La red de 5G es sobre todo una infraestructura necesaria para los diversos actores en ese campo. Necesario para los patrones, para aumentar sus beneficios a costa de los trabajadores; necesario para los Estados: por un lado para aumentar el control social dentro de las fronteras nacionales, por otro para orquestar mejor las operaciones militares en los diversos frentes de guerra. Veamos estos aspectos…

Otra infraestructura más en beneficio de los jefes

La red de 5g permitirá múltiples conexiones al mismo tiempo y el tránsito de datos con cero retraso. Estas características son cruciales para la explosión a gran escala de las tecnologías que utilizan la Inteligencia Artificial. Como sabemos, la Inteligencia Artificial, por definición, entra en el proceso de producción sustituyendo el trabajo humano (o al menos lo intenta). El trabajador se hace así cada vez más dependiente de un mecanismo del que a menudo no conoce el funcionamiento, estando cada vez más alienado, sucumbiendo siempre en mayor medida a los ritmos de trabajo dictados desde arriba. Su autonomía sólo puede reducirse. Se redescubre a sí mismo ya no como un protagonista, sino como el terminal de una máquina que, cuando no lo domina, es porque ya lo ha expulsado del proceso de producción, ocupando su lugar. La red de 5g responde más que a las necesidades del usuario medio (como nos quieren hacer creer), a las necesidades de los *industriales*. De hecho, en el modelo /Industr//ia//4.0/ se prevé que las plantas industriales (fabricación, postproducción y generación de energía) se beneficiarán de los servicios realizados en la nueva red móvil.

Un buen ejemplo es la experimentación que se está llevando a cabo en el puerto de Livorno. La iniciativa forma parte de un proyecto europeo más amplio, “Corealis, puerto del futuro”, que también afecta a los puertos de Valencia, El Pireo, Amberes y Haminakotka en el marco del programa Horizon 2020. La experimentación forma parte del programa 5G para Italia, una plataforma creada en 2016 por Ericsson y Tim que involucra industrias, universidades e instituciones públicas para el desarrollo de casos de uso innovadores de tecnologías de comunicación móvil de quinta generación. El programa se basa en el uso de tecnologías innovadoras como el Internet de las Cosas (IoT), sistemas de análisis de datos y de gestión de tráfico, obviamente unidos a las redes 5G. Servicios avanzados de videovigilancia y gestión de crisis con reconocimiento biométrico que identifican al personal portuario y a las personas en tránsito, boyas equipadas con dispositivos y sensores impermeables para la vigilancia ambiental de la zona portuaria, grúas de control remoto, sistemas de seguimiento en tiempo real de las operaciones logísticas e intercambio masivo de información entre las diversas infraestructuras. Y más: aceleración de las operaciones de carga y descarga, control remoto de las instalaciones logísticas de la zona, interconexión de cámaras para controlar la carga y el uso de la infraestructura. Estas son sólo algunas de las innovaciones introducidas en el puerto gracias a la red 5G. Esta red garantizará la máxima velocidad y representa la plataforma ideal para las comunicaciones estandarizadas sin interrupción, ya que no distingue entre vehículos, seres humanos y sensores implantados, ya que todos comparten la misma tecnología de acceso. El objetivo es revolucionar la logística del transporte con soluciones que permitan operaciones sin problemas. En los puertos en los que se realiza esta experimentación, se trata de crear estudios de casos reales, que a su vez sirven de modelo para otros puertos europeos, estén o no presentes en la plataforma operativa de Corealis.*¹*

De una cosa estamos seguros: la introducción de esta infraestructura permitirá en cada contexto de producción optimizar el tiempo, imponiendo así ritmos y cargas de trabajo cada vez más insostenibles. También permitirá un control capilar del trabajador a lo largo de la jornada laboral. Sus gestos, sus movimientos, sus tiempos serán trazables en todo momento. El 5G es también la base de apoyo para dar un mayor impulso al proceso de automatización, que causará la pérdida de miles de puestos de trabajo con el tiempo. Todo esto se propone bajo las banderas de la sostenibilidad ambiental y la seguridad de los trabajadores. Pero sabemos muy bien que el único interés de los patronos, el beneficio, siempre se persigue como fin en sí mismo y nunca para el beneficio social o para fines como la seguridad de los trabajadores y la salud del medio ambiente.

Los intereses del Estado: control social y guerra

Otro aspecto fundamental a considerar cuando se habla de la red 5G es su impacto sobre el *control de los individuos*. La red 5G es, de hecho, la infraestructura necesaria para el desarrollo de la Smart City: ciudades inteligentes donde, gracias a la Internet de las cosas, los objetos se conectan y comunican en tiempo real en una trama que parece inviolable.
Todo esto no puede sino perjudicar la autonomía (ya muy limitada hoy en día) de los individuos, que no sólo dependerán cada vez más de los dispositivos para desenvolverse dentro de su rutina, sino que también serán controlados por ellos. En Francia, a pesar de la oposición de la población, las compañías han logrado instalar en los hogares contadores inteligentes Linky, capaces no sólo de medir el consumo, sino también de recoger información sobre los hábitos, actitudes y movimientos de los habitantes.

El control, además de llegar a la intimidad del hogar, se articula obviamente también en el espacio urbano: cámaras con tecnología biométrica de reconocimiento facial, ya en uso experimental en los aeropuertos de Roma (Fiumicino), Milán (Linate y Malpensa), drones que controlan el área urbana, miles de millones de objetos transmisores, sensores, microceldas y miles de nuevos satélites en el espacio que transmiten información sin parar.

En Génova, por ejemplo, los accesos al Puerto Viejo están vigilados por cinco cámaras de última generación compradas en el mercado por Leonardo, que permiten controlar los accesos y poner de manifiesto cualquier “anomalía”. Gracias a la velocidad y rendimiento de 5G, se transfieren en tiempo real secuencias de vídeo de muy alta resolución desde las cámaras y sensores a un centro de datos, donde los algoritmos de videoanálisis basados en la inteligencia artificial permiten calcular el número de personas (People Counting) presentes dentro de un perímetro ‘virtual’ en el área del Puerto Antiguo, la densidad (People Density) en áreas específicas y, en definitiva, identificar situaciones y comportamientos peligrosos o anómalos.

La Ciudad Inteligente es un verdadero proyecto de ingeniería social. Estamos hablando de la ciudad-fortaleza de los ricos, donde los pobres y los indeseables se ven afectados por una guerra de baja intensidad que no les deja ningún espacio fuera de los barrios-gueto. Donde la vida se reduce a la producción y el consumo. Donde no hay intimidad porque cada aspecto de la vida es observado y registrado. Donde la sociabilidad se experimenta a través de dispositivos. Donde las posibilidades de abrir espacios de conflicto son cada vez más escasas precisamente porque se ven obstaculizadas por la nueva disposición arquitectónica, que todo lo ve y todo lo sabe.

Por último, pero no menos importante, es la aplicación de 5G en *escenarios de guerra*. Esta tecnología, como muchas de sus hermanas, nació en el campo militar. El tipo de ondas que utiliza esta red (milimétricas y microondas) se utilizan para localizar al enemigo (radar), además de ser una verdadera arma de guerra (/Active Denial System/). Los expertos militares predicen que el 5G desempeñará un papel decisivo en el uso de armas hipersónicas, es decir, misiles (también armados con cabezas nucleares) que viajan a una velocidad superior a Mach 5 (5 veces la velocidad del sonido, o 1,6 km/s). Estas armas vuelan a grandes altitudes, con trayectorias impredecibles y son capaces de evadir fácilmente los sistemas de defensa antimisiles existentes. Para orientarlos, hay que reunir, procesar y transmitir muy rápidamente enormes cantidades de datos. Por lo tanto, es necesaria la misma tecnología para activar los sistemas de defensa en caso de un ataque con tales armas. Como no hay tiempo humano para tomar una decisión, la única posibilidad es confiar en los sistemas automatizados de 5G. Esta tecnología también jugará un papel importante en el campo de batalla. De hecho, permitirá a los departamentos y a los soldados individuales la transmisión mutua, en tiempo real, de información sobre las operaciones y los contingentes en curso. El verdadero potencial de 5G será su impacto en la red de guerra del futuro. En ella se incluirán un número creciente de sistemas cada vez menos costosos, mejor conectados y con mayor resiliencia, capaces de operar en un escenario de batalla en rápida evolución. El 5G aumentará la letalidad de los drones ‘killer’ y los robots de guerra, dándoles la capacidad de detectar, seguir y golpear a ciertas personas basándose en el reconocimiento facial y otras características [biométricas]. La red de 5ª generación también será de suma importancia para la inteligencia y las fuerzas especiales, ya que hará posible sistemas de control y espionaje mucho más efectivos que los que se utilizan hoy en día. Las ondas milimétricas (espectro de alta frecuencia con longitud de onda corta) también serán perfectas para la creación de bases militares y puestos de mando inteligentes. Estas estructuras necesitan señales fuertes pero que al mismo tiempo no se propaguen demasiado lejos, ya que el enemigo podría interceptarlas.

Conclusiones

La propaganda del régimen nos muestra la red 5G como una oportunidad para todos nosotros. Es importante denunciar públicamente cuáles son las verdaderas aplicaciones de esta tecnología, muy lejanas a las necesidades reales de los individuos y de la sociedad. En los puestos de trabajo se muere por falta de medidas de seguridad, la sanidad es un lujo y el que no se lo puede permitir muere por un tumor en la lista de espera para una consulta. Se derrumban puentes y los responsables duermen tranquilos porque sus beneficios están garantizados. Los migrantes se ahogan en el mar y si tienen la suerte de aterrizar en tierra firme son encerrados en los campos de concentración estatales (CPR) [/CIE] /donde se comenten todo tipo de abusos. Las poblaciones enÁfrica y Medio Oriente mueren bajo las  bombas occidentales.

Nos enfrentamos a una crisis social y medioambiental sin precedentes. Los oprimidos y explotados no entran en el mundo del 5G. Por eso es importante devolver al remitente el enésimo producto de su tan ensalzado progreso. Porque oponerse a la red 5G significa oponerse a una idea del mundo. Un mundo que vive de la explotación indiscriminada de muchos, en beneficio de pocos. Un mundo basado en la guerra, orquestada por un algoritmo. Un mundo donde el dispositivo prevalece sobre las relaciones sociales. Un mundo donde la solidaridad humana es suplantada por el egoísmo. Un mundo en el que la vida depende de mecanismos que no conocemos y no podemos controlar. Un mundo donde la autonomía es aplastada y sólo puede haber delegación.

Pisa, Enero 2020

* Este documento pretende ser un primer intento de analizar la red de 5G y sus aplicaciones y por lo tanto es absolutamente parcial.

**¹** Nota

1. En el puerto de Livorno hay otro proyecto “Logística del futuro en puertos inteligentes sostenibles” firmado por Ericsson, Tim, Fondazione ENI Enrico Mattei, Porto di Livorno, Consorzio nazionale interuniversitario delle comunicazioni (Cnit), Adsp Mar Tirreno Settentrionale y tiene por objeto reducir las emisiones de Co2 mediante el uso de la tecnología 5G.