Propaganda por el hecho y redes sociales globales
Propaganda de los hechos y redes sociales globales
Si bien los actos personales de desafío no pueden reemplazar la lucha colectiva, la distinción entre tácticas colectivas e individuales puede ser superficial y su interacción podría brindar el impulso que necesita un movimiento ~ Blade Runner ~
Millones de nosotrxs compartimos el mismo dolor y la misma ira que probablemente impulsaron la mano de Luigi Mangione, el asesino del director ejecutivo de UnitedHealthcare, Brian Thompson. Muchxs podrían desear que esta acción individual inspire a otros a participar en actos desafiantes, e incluso conduzca a un levantamiento masivo Esta era está marcada por la comunicación instantánea y las redes sociales globales. El espectáculo de la resistencia individual puede amplificarse, rompiendo la ilusión de invencibilidad que rodea a lxs opresorxs y dejando un impacto duradero. El privilegio complica esta dinámica. Pero este acto desafiante puede verse como una traición desde dentro de la clase propietaria y contribuyendo a la lucha social. La pregunta clave es si las personas oprimidas sienten que la acción se alinea con sus intereses y las inspira; Si el espectáculo expone sus limitaciones y los alienta a desafiar las relaciones dominantes.
Debemos ser cautelosxs a la hora de idolatrar a lxs individuxs o retratarlos como salvadorxs. Esta es una táctica utilizada por las élites, vinculada a los sistemas que justifican la aristocracia y la mentalidad competitiva. La hegemonía ha dependido durante mucho tiempo de la glorificación de lxs individuxs como herramientas de opresión y control. Sin embargo, los actos individuales de resistencia ofrecen esperanza para recuperar la capacidad de acción en un mundo en piloto automático autodestructivo. Nos recuerdan nuestro poder para hacer frente a la opresión sistémica. Si bien los actos personales de desafío no pueden reemplazar la lucha colectiva, la distinción entre tácticas colectivas e individuales puede ser superficial; su interacción podría proporcionar el impulso que necesita un movimiento. Pueden generar conversaciones sobre las que se puedan construir estrategias colectivas. Pueden ser hilos esenciales en el tapiz de la resistencia: expresiones de rabia nacidas del dolor y la miseria, que estallan en una variedad de tácticas, dirigidas tanto a la insurrección generalizada como a redes de base autoorganizadas de solidaridad y ayuda mutua.
Alfredo Bonanno, una figura prominente del anarquismo insurreccional, rechazó la lucha armada elitista, criticando a las vanguardias armadas por su distanciamiento de la población. Sostuvo que estos grupos replicaban la dinámica jerárquica que buscaban derrocar. En cambio, Bonanno abogó por actos continuos y espontáneos de revuelta arraigados en la autoorganización colectiva y las luchas locales, diseñados para perturbar los sistemas e inspirar más resistencia. Hizo hincapié en la autogestión y la autonomía, rechazando los caminos revolucionarios impuestos en favor del empoderamiento colectivo. ¿Puede la esperanza por sí sola motivarnos a actuar? ¿O conducirá, una vez más, a una sensación de delegación y apatía?
Lxs oprimidxs de este mundo, de los cuales somos muchos, ya estamos observando de cerca. Algunxs de nosotrxs continuaremos organizándonos, escribiendo y discutiendo, como siempre lo hemos hecho. Creemos en la capacidad de la humanidad tanto para lo peor como para lo mejor, siempre esperando (a veces creando) las chispas que encienden un cambio significativo, para más libertad y anarquía en nuestras vidas, hoy.