Comunicado en relación a las agresiones fascistas sufridas ayer en Barcelona

Ayer por la noche, el fascismo volvió a atacar en Barcelona. Una manifestación españolista surgida de los barrios de los ricos sembró el terror en la ciudad. La habitual permisividad policial y la falta de respuesta antifascista organizada en las calles permitieron que lo hiciera.

Podría haber pasado cualquier cosa. Podrían haber matado a alguien. Esta vez, nos tocó a nosotrxs. Después de haber protagonizado varias agresiones, los fascistas acorralaron a un grupo de compañeras en la esquina de Paseo de Gracia con la calle Provença.

Un grupo numeroso de individuos apaleó brutalmente a dos de ellas, que fueron repetidamente golpeadas en el suelo con patadas en la cabeza y heridas con arma blanca. Los compañeros, un militante anarquista nuestro y un simpatizante del colectivo, miembros también de la Oficina de Vivienda de Gracia y activistas implicados en las luchas sociales de la Villa y la ciudad de Barcelona, ​​fueron evacuados en ambulancia y hospitalizados en San Pablo.

Una tercera persona también resultó herida. Uno de los compañeros ha recibido el alta de madrugada y el otro ha continuado en observación hasta las tres de la tarde a raíz de los fuertes golpes que recibió en la cabeza.

En primer lugar, queremos agradecer las numerosas muestras de apoyo recibidas. La solidaridad siempre será nuestra mejor arma. Ahora mismo, priorizamos las tareas de cuidados físicos y emocionales que necesitan las agredidas y su entorno. Hemos estado con ellas, las hemos cuidado, nos hemos cuidado. La fuerza que nos transmiten nos hace más fuertes a nosotros. A continuación, vamos a afrontar la respuesta política que exigen no sólo estos hechos, sino todo el contexto que ha permitido que pasaran y que, si nada cambia, garantiza que no tardarán en repetirse.

A pesar de las consignas, las calles hoy por hoy no son nuestras. No lo son porque los fascistas, cada día más crecidos, campan con total impunidad. Las últimas semanas hemos visto como, alentada por un gobierno afín, la ultraderecha españolista ha agredido tanto como ha querido en todo el Estado. En Zaragoza, en Valencia y también en Barcelona. Hace un par de semanas, el mismo grupo que se concentra en la plaza Artós de Sarrià entró en Gracia en dos ocasiones, para aterrar y golpear el vecindario.

Estos hechos no son inevitables. El puño del fascismo es consecuencia de una cadena de complicidades políticas y de la pasividad social a la hora de combatirlo. Los fascistas más peligrosos no son los que nos atacaron ayer, sino los que tienen cartera de ministro, toga judicial y placa policial. Los de la Moncloa, los de la Audiencia Nacional y los del barco de Piolin. Si bien es sabido por todos que el fascismo está en el ADN del Estado Español y el Partido Popular, queremos recordar también que no es un fenómeno exclusivo del españolismo.

Ayer mismo, a las concentraciones de alrededor de la plaza de Santiago, hizo acto de presencia un grupo de fascistas catalanistas, parte del llamado movimiento “33”. Junto con decenas de concentrados, hicimos por señalarlos y expulsarlos del espacio, a pesar de la permisividad y las simpatías que recibieron por parte de algunos voluntarios de seguridad del ANC.

La tolerancia de los cuerpos policiales con la violencia fascista es una constante histórica, y los Mossos no son una excepción. Mientras que hace años que la gente de los movimientos sociales en general y el anarquismo en particular es perseguida y reprimida con gran dureza por los Mossos, de las cargas de la Plaza Cataluña durante el 15-M a los montajes policiales de Pandora y Piñata, pasando por los hechos de Can Vías o el Banco Expropiado. Cientos de heridas, registros, personas encarceladas y pérdidas de ojos, todo ello para proteger la integridad de … unos cuantos contenedores? Hay que creer, entonces, que los Mossos son incapaces de evitar que manifestaciones de fascistas se paseen repartiendo golpes y amenazas por medio de la ciudad?

El fascismo no lo detendrán la policía ni los tribunales, sólo lo puede detener el pueblo. El pueblo organizado. Pero no lo está haciendo. A pesar de la tradición antifascista barcelonesa, las consignas pacifistas del Proceso ( “no caigamos en provocaciones”, “quedémonos en casa”, etcétera) han dado vía libre a su violencia. Y esto no puede seguir así. Con el fascismo, no hay diálogo posible. Como dijo Buenaventura Durruti, al fascismo no se le discute, se le destruye. Tampoco sirve ignorarlo. Hay que confrontarlo. Si no se le combate, avanza.

Por ello llamamos al vecindario y a los movimientos sociales a tomar conciencia de la situación y a organizarnos para hacer frente a la amenaza fascista a pie de calle. Está claro que asustan. A nosotros también. No sirve de nada negarlo. Lo que sirve es sobreponerse colectivamente a este temor, empoderarse y plantar cara. Y es lo que hemos hecho siempre, lo que haremos y lo que os invitamos a hacer. Sólo juntas podremos pararlos.

Ninguna agresión sin respuesta!

NO PASARÁN!

Assemblea Llibertària l’Oca de Gràcia

Vila de Gracia, 28 de octubre de 2017