Centro Botín "white power in black face"

Centro Botín "white power in black face"

Uno de los factores clave del neocolonialismo, ese "white power in black face", es el proceso de apropiación de la propia cultura de los territorios colonizados, expuesta como mercancía en el escaparate occidental. Esta es una de las maneras que tiene el centro Botín de ofertar actividades gratuitas en la ciudad de Santander. El gran poder adquisitivo y los altos presupuestos que maneja, permite a este "Guggenheim " santanderino tener una programación para todos los gustos; No importa el contenido siempre y cuando el formato sea  el del banco santander. Así se pueden encontrar talleres,conciertos o proyecciones de contenido crítico con el orden establecido  y/o descriptivo de ciertas problemáticas sociales que ocurren en el planeta.

Este mes tenemos un ejemplo de ello. "Nuevas voces de África", ciclo sobre el cine africano de vanguardia que se está llevando a cabo durante  Noviembre en este gigante arquitectónico impuesto en el Paseo Pereda. El estallido durante el régimen de Mubarak en Egipto, el apartheid sudafricano o la profunda Etiopía, son algunos de los escenarios que componen las actividades.

Sin embargo. hacer una relación mínimamente honesta  entre el centro botín y el banco santander con respecto al continente africano, nos lleva  a otros escenarios;  Las deportaciones a personas migrantes,  la venta de armas en el norte africano,  la colaboración con genocidas,  la participación con el empobrecimiento norte-sur que genera la deuda externa...

De todos estos escenarios el  banco santander, que es el segundo banco español en el ranking de entidades bancarias que financian la producción de armamento para su utilización en guerras, es coportagonista. La diferencia es que esto no es una pelicula, ni ciencia ficción, ni  el apocalipsis, se trata de la vida real.

Airbus, Finmeccanica, Thales, Safran o la española Indra se benefician económicamente de las políticas racistas que los estados europeos emprenden  contra la población migrante. Son estas  las mismas empresas que se lucran de la venta de armas en países en conflicto en Oriente Medio o el norte de África, de donde provienen la mayoría de los refugiados que llegan a Europa. El banco Santander tiene experiencia en financiar dichas empresas armamentisticas, de las cuáles la mayoría entran desde hace años también en el negocio de la seguridad urbana de las ciudades europeas y el control fronterizo de la unión europea. Entre empresas "marca España" también sucede lo mismo. Prueba de ello es  la financiación de armamento a la empresa Maxam, cuyo material de guerra ha acabado en zonas entre las que se encuentra la república centroafricana.

Gracias a la fuente bancaarmada.org podemos saber que "el Banco Santander participa en la Compañía Española de Seguros de Crédito a la Exportación (CESCE). CESCE se encarga de la cobertura de riesgos de impago  derivados de la venta de productos y servicios de empresas españolas en los mercados exteriores. Restituye el importe perdido a la empresa española, y aplicando la cláusula de garantía soberana, posteriormente lo reclama a la administración del país en cuestión. Se ha convertido en un mecanismo de generación de deuda exterior (3.500 millones de euros en 2008) y por tanto en un factor de empobrecimiento. El Banco Santander posee el 21.07% de las acciones de CESCE."

También podemos llegar a saber, y más concretamente en lo que afecta al continente africano,  que el caso del dictador Teodoro Obiang, al frente del gobierno neocolonial de Guinea Ecuatorial, y el Riggs Bank, muestran evidencias de la desviación de capitales procedentes de este gobierno de Guinea Ecuatorial a una cuenta del Banco Santander.

La lista es larga y no es información nueva ni reveladora para toda aquella persona que quiera informarse. No obstante, cuando la propaganda cultural de bancos como éste, encarnada   en la actividad  del centro botín principalmente, sale a relucir, conviene recordar que la integración a través del arte y la cultura es parte del neocolonialismo vigente, que convierte culturas, pueblos, tradiciones y vidas en objetos de museo.