Radios Libres: pasado, presente y futuro

En estos tiempos de cambios e innovación tecnológica a velocidad de vértigo, la radio se ha convertido en una superviviente que sigue siendo fiel compañera de camino con quien podemos contar cada mañana, cada tarde, cada noche; mientras vamos al volante, cuando andamos haciendo alguna chapucilla en el garaje, mientras salimos a correr, etc. Un medio que, sin embargo, está y ha estado mayoritariamente en poderosas manos con determinados intereses, lo cual ha limitado frecuentemente el acceso  horizontal y democrático por parte de la población y de su libertad de expresión. De esta forma, solo determinados mensajes acaban siendo compartidos y quienes deciden expresarse con libertad e inconformismo, más tarde o más temprano acaban siendo apartados de este medio.

En los últimos años, está emergiendo una nueva forma de hacer radio, el «podcast», el cual aprovecha la relativa libertad de maniobra que ofrece internet, para crear espacios de expresión sin fronteras. El Pájaro Observador es un proyecto más dentro de una meteórica tendencia de aumento de este fenómeno. Esta vía tiene una infinidad de ventajas y, sin duda, democratiza y facilita el acceso a la producción de programas de radio hasta niveles tan insospechados como que un grupo de gente muy inexperta y algo torpe, pero con mucha ilusión, creasen un nido oculto escondido en algún salvaje bosque de Cantabria, desde el que se desarrolla este podcast. Una vía que, por otro lado, también es criticada por quienes reivindican, entre otras cosas, la necesidad de mantener el formato de radio tradicional, que obligue a ligar el concepto de radio a la creación de lazos y espacios físicos de interacción y unión; en lugar de dejar que impere el modelo cada vez más presente de generación de grabaciones individuales, que contribuyen a fomentar el fenómeno de la atomización social que el sistema trata de inculcarnos. En «El Pájaro Observador» hemos tenido internamente este debate hace poco y, aunque no siempre nos sea posible ser coherentes con ello, nos sumamos a esta corriente crítica, ya que creemos que es fundamental el tratar siempre de que cada reunión en el nido sea una excusa para generar un espacio de encuentro e interacción, tanto entre las y los observadores más habituales, como con quienes nos visitan puntual o esporádicamente.  

En este contexto, en el nido nos hemos interesado por una alternativa radiofónica que, frente al oligopolio de los espacios radiofónicos, lleva muchos años luchando por democratizar y hacer accesible la radio a cualquier persona que quiera o necesite hacer uso de un micrófono: Las Radios Libres (también conocidas como Radios Comunitarias). Este tipo de emisoras, funcionan de manera independiente, no lucrativa y tanto su gestión como su programación se elaboran colectivamente. No están promovidas por entidades públicas, institucionales, privadas o comerciales, y, aunque existen Radios Libres que hoy en día emiten solo a través de un portal de «streaming» en internet, o incluso en formato de programas por podcast; la gran mayoría emiten en alguna sintonía en desuso en la FM, sin permisos para ello al menos en sus comienzos.

Existen una gran variedad de formatos y experiencias distintas fruto de cada contexto. En algunos casos, dado el gran apoyo social que estas radios han generado y la buena disposición de la administración a crear cierta tolerancia, con los años se han llegado a generar acuerdos de convivencia. En otros casos, la relación con el aparato estatal ha sido y es mucho más complicada y la persecución legal es muy alta, ya sea por parte de las instituciones y sus brazos ejecutores, de la SGAE o de otras emisoras. Históricamente, una larga lista de Radios Libres han sido clausuradas.  

El concepto parece proceder del fenómeno de creación de algunas Radio Libres en Italia y en Francia, allá por los años 70; aunque existen experiencias que podrían encuadrarse dentro del concepto de una Radio Libre en la Alemania de 1918-19 (podéis leer un interesante artículo con estos y muchos otros datos históricos aquí ). Este movimiento existe a nivel internacional en muchos países, siendo probablemente Latinoamérica el lugar del mundo en el más activo está, especialmente en Brasil y en México; existiendo decenas de radios que ofrecen su cobertura a los movimientos sociales, los sin-tierra, indígenas, y para los barrios de las ciudades. En  México, una de las primeras radios fue «KeHuelga», que inició sus emisiones durante las huelgas de la UNAM. En Argentina destaca el ejemplo de «FM La Tribu».

En cuanto al estado español, por un lado, existieron una amplia variedad de experiencias de Radios Clandestinas emitiendo desde el extranjero durante la Dictadura de Franco, siendo quizás la más conocida «Radio España Independiente», también denominada «La Pirenaica», la cual emitió del 1944 al 1977 (para más información, recomendamos la serie de podcast: «Voces contra el franquismo»). Tras la dictadura, y aunque hay diversas versiones, se suele considerar a Radio Maduixa, de Granollers, como la primera experiencia española, la cual inició sus emisiones en 1977. Actualmente la definición de Radio Libre se basa en el «Manifiesto de Villaverde», el cual fue acordado por las Radios Libres del Estado Español que participaron en los encuentros de Villaverde 1983 en Villaverde (Madrid). Hoy en día se tiene constancia de que existen al menos 25 Radios Libres en Madrid, 14 en Euskadi, 13 en Cataluña, 8 en Valencia, 7 en Galicia, 7 en Aragón, 4 en Andalucía, 3 en Castilla y León, 3 en Asturias, 3 en Canarias y 1 en Baleares. En total casi 90 proyectos en activo.

En Cantabria, aunque ahora mismo no se tienen referencias de ninguna Radio Libre en activo, también tenemos un cierto recorrido histórico. Muchas de las primeras emisoras de caracter libre hoy en día han desaparecido. Algunas otras pasaron con el tiempo a adoptar la figura de Radios Municipales. Algunos nombres para quien quiera tirar de este interesante hilo serían: Radio Ojáncano en Oyambre, Radio Valdáliga en Roiz, Antena Siete Villas en Santoña, Antena Oriental de Cantabria en Laredo, Onda 7 Radio en Noja, Radio Reinosa, Radio Norte (que más tarde pasó a llamarse Radio La Voz de Trasmiera en Escalante). En Santander existieron algunas como Radio Zorro, Radio Intrusa, Zénit Radio y Radio Antorva, que emitían programas sobre problemas sociales, ecológicos, etc. Todas ellas dejaron de emitir al poco tiempo por falta de medios y otros problemas, a excepción de la última que desapareció en 1999 (Más información aquí). En el año 2001 apareció en el 95.2 de la FM una señal emitiendo música las 24 horas del día sin dar ningún indicativo (este tipo de emisoras se conocían en otros lugares de España, pero fue la primera vez que se detectó un caso en Cantabria).

La última experiencia conocida en Cantabria inició sus emisiones en diciembre de 2010: Apocalipsis Radio Libre. Esta emisora emitía en el 108.0 desde Pedreña. Contaba con una serie de programas como “Sonidos del desierto”, “El agua de los floreros”, “El desván”, “Las 1001 noches”, “Moco Ilustrado” o el “El Jarochito”, en el que cada locutor trataba desde su punto de vista la música que producía. Parece ser que esta radio fue perseguida legalmente y finalmente sancionada y clausurada.

El próximo jueves 23, nos reuniremos en el nido para seguir profundizando en la historia y la filosofía de Las Radios Libres (aquí un avance). Para ello, nos apoyaremos en algunas grabaciones que hicimos en el Encuentro de Medios Libres que, hace unas semanas, Briega organizó en el CSO La Lechuza. En él, participaron varias Radios Libres del Estado Español (aquí podéis leer la crónica del encuentro publicada en Briega). Os informaremos, además, del proyecto de una posible nueva Radio Libre en Cantabria, que se está gestando en algún lugar de Cantabria: Radio Argayo.

 

¡Os esperamos este jueves en el nido! 

 

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