Frente al dominio de las grandes cadenas de distribución: piensa global, actúa local

Salgan a hacer grandes compras, compren con la mayor rapidez posible, no se detengan a interactuar con nadie, el dinero en metálico no es seguro, mejor paguen con tarjeta. Estas y otras muchas consignas han sido máximas promovidas por los gobiernos, y que, sin entrar a cuestionar hasta qué punto han sido y son necesarias o no, de manera encubierta han conllevado muchos comportamientos y aceptaciones sociales que el sistema capitalista llevaba mucho tiempo tratando de instalar en nuestras vidas cotidianas. Entre todo ello, el mensaje de ir a hacer nuestras compras en las grandes cadenas de distribución, ha sido fomentado por el estado más que nunca. Por un lado, camuflado entre todos los mensajes de miedo e incertidumbre. Por otro lado, abogando a muchos pequeños comercios a cerrar temporalmente, de los cuales aún está por ver cuantos conseguirán reabrir de nuevo sus puertas y en qué condiciones a partir de ahora.  Los medios de comunicación convencionales, también han cumplido su papel, por ejemplo, afirmando al comienzo del confinamiento que no temiéramos al riesgo de desabastecimiento, al tiempo que no tenían el mayor reparo en difundir imágenes de supermercados con estanterías semivacías, sembrando la duda en buena parte de la ciudadanía.

Frente a esta situación, desde todos los territorios mucha gente se ha ido organizando para tratar de construir alternativas que apoyen a los pequeños y medianos productores, poniendo énfasis en la producción local. Desde El Pájaro Observador, esta semana hemos querido hacer un pequeño análisis de la situación en Cantabria, aprovechando el contexto para seguir profundizando en una serie de programas que llevamos realizando desde nuestros comienzos en los que vamos informándonos y reflexionando sobre las distintas y diversas aristas que constituyen la compleja amalgama que es el consumo crítico de alimentos.

Para ello entrevistamos a tres redes de consumo de alimentos con distintos enfoques y tiempos de existencia, pero todas ellas con el foco puesto en la producción local. A través de las entrevistas,  nos informaremos sobre su forma de organizarse y funcionar hasta ahora y sus perspectivas de futuro, así como de las redes de consumo local en general, como alternativa a las grandes cadenas de distribución.

En primer lugar, entrevistaremos al grupo de consumidores Acopio, que anexo tiene un grupo de trabajo que se llama Averedas. Este grupo, el cual se autodefine como grupo de des-consumo, surgió en 2008 como alternativa en búsqueda de la soberanía alimentaria. Funcionan de manera asamblearia y horizontal. Averedas, por otro lado, es un proyecto de trabajos colectivos que trata de mantener viva la llama de esa forma de trabajar comunalmente que antiguamente se acostumbraba a llevar a cabo cuando había trabajos que afectaban a toda la comunidad.

Seguidamente, entrevistaremos a la red De Granja en Granja, una red de productores que comenzó a formarse hace unos cinco años y que surge como iniciativa de la asociación SLOW FOOD Cantabria, basándose en una iniciativa francesa. Entre otros conceptos, hablaremos del término co-productor, o consumidor consciente que sustenta una economía local.

Por último, entrevistaremos a una iniciativa que se ha gestado durante este confinamiento: La  Red Cántabra de Apoyo Mutuo.  Esta red está y ha estado coordinando una serie de iniciativas para dar respuesta a las necesidades y demandas de las personas más vulnerables durante el confinamiento, así como de las y los trabajadores del servicio cántabro de salud. Dentro de las iniciativas, una vez la red estaba ya en marcha, surgieron las cestas de apoyo rural. Nos compartirán información y reflexiones sobre esta iniciativa, la cual en dos tandas de reparto ya ha distribuido casi 820 cestas dando salida y difusión a alimentos procedentes de 44 familias de productores de Cantabria.  

Además, os compartiremos algunos datos sobre cómo han estado funcionando los pedidos de la red de consumo de proximidad a la que la entrevistamos hace unos meses en el nidoEfecto Ecológico

Con todo ello, esperamos que este programa contribuya a hacer un pequeño aporte en el desarrollo de las redes de producción y consumo local.  Unas redes que además no debemos olvidar que tienen que aspirar a que sus productos sean accesibles a toda la población, también a la población más necesitada que estos días recurre al apoyo de los bancos de alimentos, los cuales, principalmente se nutren de los alimentos que les proporcionan las grandes cadenas de distribución de una manera caritativa y bajo su totalmente cuestionable criterio nutricional basado más en cálculos monetarios que en salud, suministrando principalmente productos industriales con exceso de hidratos de carbono, muy poco recomendables para seguir dietas sanas y equilibradas. El consumo local debe además ser una alternativa en la que debe ir incluida indiscutiblemente el apoyo mutuo del total de la sociedad, frente a la intolerancia y la manipulación con la que frecuentemente la extrema derecha trata de apropiarse de estos conceptos.

¡Os esperamos mañana jueves 28 en el nido!