La Libre. Centro autogestionado/Una concepción social de librería

La Libre abrió sus puertas en el año 2001 como un lugar para la difusión de textos y materiales críticos con lo establecido o que promovieran alternativas. En este tiempo funcionando en el centro de Santander ha trascendido el concepto de librería. En diciembre arranca la aventura de convertirse en una librería asociativa.

Más allá de los títulos de sus estanterías, La Libre se ha convertido en un punto de encuentro y conexión entre personas, materiales e informaciones que aparecen por el amplio abanico de las temáticas sociales. También es un rincón abierto para actividades de variada índole. El proyecto asociativo que ahora comienza se entiende como el paso necesario, la forma de cumplir con el papel que juega dentro de los movimientos sociales; de una forma más abierta, perdurable y participativa.

Este proyecto tiene una intención social y transformadora. La difusión y distribución juegan un papel clave en el orden mundial: ideas, mercancías, informaciones, valores… “Abrir espacios subversivos a este monopolio era y es el objetivo. Los siete años de permanencia podrían considerarse una batalla ganada al pensamiento único”, declaran.

Como proyecto local y concreto, empezó siendo una librería alternativa. Actualmente cuenta con más estantes y títulos de lo que preveían. Pero aquel objetivo central exigía ampliar el ámbito de actuación: “Todo se ha ido construyendo espontáneamente, a medida que surgía la necesidad o la oportunidad en tal o cual aspecto. Si hay capacidad para gestionarlo, se hace”.Esta espontaneidad, guiada por una clara intención, ha llegado más allá de los libros y otros materiales para la venta –audiovisuales, revistas, fanzines, libro usado…–. También se distribuyen materiales de diferentes iniciativas sociales como cartelería, documentos, productos de cooperativas agroecológicas, recogidas de firmas, DIAGONAL, etc.. Además, es un espacio en el que se desarrollan proyecciones, presentaciones de libros, charlas, recitales, pequeñas exposiciones, reuniones de algunos colectivos y, de un tiempo a esta parte, cuenta con una pequeña biblioteca y videoteca colectiva de préstamo.

Además, es un nodo en el que se gestiona y produce un importante volumen de contactos, informaciones, recados e intercambios entre personas y grupos: “Sentimos que es como un cruce por donde pasa mucha gente diversa que circula en torno a los movimientos sociales y otra gente que se acerca a ellos”. Valoran muy positivamente este acercamiento que, a su entender, se debe tanto al contenido de los materiales que se encuentran como al contacto físico directo que se origina entre personas y propuestas.

Organización Autogestionada

El trabajo colectivo y militante hace posible el proyecto: una decena de personas más implicadas cotidianamente con La Libre autogestiona el proyecto horizontalmente. Sin embargo, subrayan que “la colaboración de otras personas y grupos es indispensable para esta aventura”.

Los ingresos que permiten el mantenimiento del proyecto se obtienen por las ventas en la librería y, con ello, se respaldan el resto de aspectos que aborda. “La librería, no obstante, es lo primero que se ve y lo que más energía requiere”, puntualizan.

En cuanto a esta viabilidad económica, señalan: “Siempre justo, mes a mes… así hasta cumplir siete años autofinanciando los gastos del local y los derivados de las actividades”. El proyecto no pretende una rentabilidad económica: “No hay remuneración para nadie; tampoco ayudas externas como subvenciones. Pero hay una rentabilidad social que compensa. Como negocio ¡sería un fiasco!”.

A juicio del colectivo que gestiona La Libre, las finanzas limitan las posibilidades: “El espacio está aprovechado al máximo y los recursos de que disponemos son los imprescindibles para desarrollar este tipo de actividad”.

Librería Asociativa

Además de la autofinanciación, encuentran carencias en “la capacidad que se ha tenido para hacer visible, y formalizar un poco, esa labor de conexión, en Cantabria, entre aspectos sociales diversos”, en lo que a difusión y distribución se refiere. “Tampoco en diseñar formas sencillas que permitan una mayor participación de todo y todos los que pasan por este lugar”, añaden.

De estas debilidades y autocríticas surge la propuesta de librería ‘asociativa’. Un modelo que ya funciona en muchos lugares (Traficantes de Sueños en Madrid, La Hormiga Atómica en Pamplona, etc.). A partir de diciembre arranca aquí.

A través de la asociación de particulares o colectivos pretenden visualizar la intención social: “Asociarte no es un contrato comercial de ofertas o interés privado, sino la mejor forma que se nos ocurrió para establecer un apoyo mutuo, para dar mayor cobertura al movimiento social de base, hacer más útil y real el proyecto. La Libre no es una propuesta unilateral y aspira a adaptarse a las propuestas de los asociados”.

Las personas y colectivos interesados en apoyar su existencia y sus actividades, pueden colaborar económicamente mediante una cuota anual de 15 euros. Esto permite que esas personas puedan acceder a libros u otros materiales más económicos –10%–. Una asamblea anual de asociados evaluará y readaptará el proceso. Por sus características, este espacio necesita contar con unos ingresos seguros de cara a mantenerlo abierto: “Una manera ágil para que más gente conozca lo que es La Libre y lo utilice. Así también pretendemos eliminar las incertidumbres y abrir nuevas posibilidades”. Por soñar, se atreven a soñar con una editorial, un centro social autogestionado más amplio o lo que sea. Lo que tienen claro es que se hará colectivamente.

lalibrelibreriaalternativa.blogspot

MÁS QUE TINTA

Además de materiales para la venta difíciles de conseguir en espacios convencionales, este rincón facilita:

Información periódica de nuevas publicaciones, de actividades que se desarrollan, de la administración y gestión del proyecto, de las propuestas, actividades y materiales de los colectivos sociales.

Títulos de libros u otros materiales que consideres interesantes para su difusión y divulgación, puedes proponerlos para que tengan aquí su hueco. Así como actividades para que se desarrollen (relacionadas con las temáticas presentes en La Libre y adecuadas a las características del local).

Conseguir, por encargo, cualquier libro que necesites independientemente de su temática. Acceder a la biblioteca y videoteca de préstamo que, al igual que el resto de materiales de La Libre, se nutre de contenidos sociales.

La distribución de materiales de colectivos, tanto para el público en general como para los miembros del colectivo. La difusión de campañas, convocatorias, etc.

Garantizar el contacto entre personas y propuestas, gestionar recados, intercambios o contactos de la más variada índole: ser un nodo de conexión.

 

Fuente: Diagonal Cantabria

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