Asamblea: Los barrios deciden el futuro de los terrenos del Parque de Artillería en Burgos

Fecha: 
Domingo, 1 Octubre 2017 - 12:00pm
Asamblea: Los barrios deciden el futuro de los terrenos del Parque de Artillería en Burgos
Etiquetas: 

A raíz de la puesta en subasta del Parque de Artillería en Burgos se abre una oportunidad para poner en cuestión los discursos dominantes y recuperar la lógica de lo comunal.
El pasado miércoles 27 de septiembre la subasta de los terrenos del Parque de Artillería -junto a otros inmuebles del Ministerio de Defensa- quedó desierta. Estos terrenos venían siendo de uso comunal por el entonces pueblo independiente de Gamonal desde mediados del s.XVII.

Adquiridos de forma irregular en 1948 por el Ramo de Guerra, existen documentos que se remontan a aquella época, en los que se refleja – incluso bajo la legislación franquista- como las desposesiones a los vecinos de Gamonal fueron declaradas como ventas nulas y canceladas.

Son 48. 264 m2 que lindan entre el antiguo pueblo de Gamonal y la ciudad de Burgos, que ilegítimamente compraron por 300.000 pesetas y ahora el Ministerio de Defensa pretende subastar por 14 millones de euros para beneficio de grandes inmobiliarias.

El próximo 1 de Octubre se convoca una asamblea pública con la que seguir debatiendo los pasos a seguir para recuperar para uso vecinal, lo que el ejército nunca pudo haber comprado y que deberá regresar a sus legítimos propietarios: el común de los vecinos de Burgos.

Dinero para armas e infraestructuras militares en beneficio de la especulación inmobiliaria.

El ejército es uno de los mayores terratenientes del Estado. En la década de los sesenta el estamento militar poseía el 20% de la ciudad de Burgos. En 2017 todavía disponen del 3% del suelo urbano. Años de operaciones urbanísticas -con la connivencia del ayuntamiento- que se estima le han reportado unos 80 millones de euros a Defensa.

La historia del Parque de Artillería no es una excepción, forma parte de un largo proceso que durante siglos ha procurado la mercantilización de cualquier recoveco de lo existente.Los bienes comunales, en su origen inalienables de las comunidades a las sustentaban, no se ajustan a la definición de propiedad; y ha sido tras sucesivos episodios de violentos cercamientos, privatizaciones ejecutadas en su mayor parte empuñando la razón de Estado, desde el medievo hasta la actualidad, como se ha transformado lo comunal en el imperio de la mercancía.

Lo comunal como una estrategia de vida y resistencia

Las funciones sociales previamente incautadas a la Comunidad por el Estado -transmisión cultural, cuidados, etc- han sido convertidas también en espacios de privatización y valorización (es necesario entender lo público también como lo mercantilizado, y que, en rigor, deberíamos nombrar como estatal).

Es ante la desolación de la naturaleza y el agotamiento del trabajo como mercancía, ante las crisis de una sociedad gobernada por el dinero y el desamparo al que se somete a sus súbditos, donde lo comunal resurge como otra forma de vivir la vida.

A raíz de los acontecimientos actuales, del devenir puramente militarista y de control social al que se están ciñendo las instancias estatales, es oportuno poner en circulación, evaluar a la luz pública otras formas de hacer, otra lógica.

El ruido mediático cerca el debate en una cuestión de partidos, de las jerarquías de la burocracia, de la política también mercantilizada como disciplina profesional. Para las vecinas y vecinos de Gamonal como en otras ocasiones, esta no es una cuestión de despachos o de programa, ni de partidos que pretenden que los terrenos vuelvan a manos municipales.

La recuperación de usos comunales (gestionado por los propios vecinos), para el actual Parque de Artillería, representa además de una oportunidad para desbloquear las luchas antimilitaristas tras la profesionalización del ejército y el olvido de la mili, la posibilidad de reforzar vínculos y prácticas comunitarias.

Representa la oportunidad de construir un lugar compartido donde poder volcar cada pequeña conquista parcial, cada subida salarial, cada metro arrancado a la especulación. Un lugar donde generar dinámicas de apoyo mutuo y solidaridad autónomas, donde la reproducción de la vida no esté presa de las jerarquías de la institución, de los imperativos del mercado o de abstracciones tan tangibles que tiranizan la vida: el valor, la mercancía, el dinero, el Estado...

OMNIA SUNT COMMUNIA

Que vuelva común al pueblo lo que del pueblo saliera

comunalesvivos.net