Apuesta por tu barrio: Nuestras vidas no son un juego para que otros se lucren.

APUESTA POR TU BARRIO: Nuestras vidas no son un juego para que otros se lucren.

 

En los últimos años estamos viendo como nuestra ciudad, nuestros barrios y nuestras calles se llenan de locales dedicados al negocio de las apuestas. Casinos, bingos y salas de apuestas proliferan cada día.

Que en tiempos de crisis estos negocios crezcan como la espuma no es casualidad. Miles de personas padeciendo los efectos del paro, los recortes, el encarecimiento de la vida y locales y comercios de barrio que cierran y tienen que venderse a un precio muy bajo,son el caldo de cultivo perfecto para que estas empresas llenen sus bolsillos sin ningún tipo de escrúpulo.

La publicidad masiva y el deseo de ganar dinero rápido, a falta de un futuro esperanzador, arrastra a muchas personas, sobre todo a menores y jóvenes, al infierno de la ludopatía y las graves consecuencias que esta adicción genera para ellos, sus familias y la sociedad.

Nuestros barrios se degradan y con ellos el tejido social, perdiendo las relaciones de vecindad, solidaridad y de apoyo mutuo, convirtiéndolos en escaparates para el consumo, ofreciendo únicamente un modelo de ocio tóxico cortado por el dinero y la competitividad.

Vemos como la industria de los deportes abre una vía para ser más industria y menos deporte. Desde que en 2012 la legislación amparase este tipo de apuestas, empresas como el Real Madrid o el Racing de Santander han abierto sus propias casa de apuestas (CODERE y KIROLBELT respectivamente) Así los dirigentes ganan doblemente con este negocio: por una parte lo que ingresan directamente sus empresarios ,que no dejan de formar parte de la oligarquía actual, como es el caso de Florentino Pérez y todo su industria del Real Madrid, que tiene a CODERE, una de las grandes casas de apuestas que se extiende por todo el estado y por otra parte lo que ingresa Hacienda cada vez que alguien gana un premio. Tengamos en cuenta que Hacienda recauda el 48% de cada premio aunque la persona lo haya vuelto a perder jugando porque Hacienda contabiliza lo que se gana con el premio no lo que se pierde jugando.

No queremos culpabilizar a aquellas personas que se ven atrapadas en este juego, sino señalar a aquellos que se están lucrando de la desgracia y la falta de tejido social. Por ello, animamos a todas las vecinas a romper el silencio y plantar cara a esta lacra que se extiende por las calles. Porque la ludopatía no es un problema individual, es un problema colectivo al que debemos dar respuesta colectivamente, por ello reivindicamos:

FUERA CASAS DE APUESTAS DE NUESTROS BARRIOS