Nuestra civilización es una civilización de perdedores, los estándares que han diseñado para nosotros son imposibles de alcanzar, nunca seremos ni tan bellos ni tan perfectos, como supuestamente deberíamos ser.
El proceso de desagrarización que está convirtiendo a la agricultura en una actividad residual en el propio medio rural, viene a reforzar el proceso de urbanización generalizada. Aunque se trata de una tendencia que dista mucho de haberse consumado, las señales de que algo ha cambiado en nuestros pueblos son demasiado llamativas como para no reconocerlas.
Este artículo intenta mostrar algunas de las vinculaciones que tiene la llegada de barcos que transportan armamento de guerra al puerto de Santander con la ciudad. Los barcos se van, pero quienes les suministran se quedan en tierra y nos gobiernan cada día. En cada puerto una resistencia, para evitar que la guerra navegue a sus anchas