Dos muertes en dos días en el primer grado de la cárcel de Estremera (Madrid VII)

Desde un módulo de primer grado de la cárcel de Madrid VII (Estrenera), nos escribe un compañero, cuyo nombre callaremos, de momento, para evitarle, si es posible, innecesarias represalias, contándonos que, en dos días han muerto allí dos personas, una por evidente abandono médico y otra por supuesto suicidio. Ya sabemos, demasiado lo sabemos, que la cárcel mata, pero no podemos acostumbrarnos. Y menos a que lo haga así, sin explicación ni control de ninguna clase. Nos los entregan muertos y ni siquiera escuchan nuestras preguntas: ¿Pero qué ha pasado? ¿Que está pasando? ¿Quién los mata? ¿Cómo y por qué los matáis?

Cárcel de Estremera, 24 de junio de 2018

Estimadxs compañerxs del Tokata y presxs en lucha, quería comunicaros a todxs un triste suceso en mi galería de primer grado de Estreneraa, el pasado día 16-VI-2018. Un compañero de mi misma galería ha fallecido, pero la causa es la siguiente: llevaba todo un mes pidiendo y solicitando un médico, ya que le dolía el pecho, sufría pinchazos en el corazón, mareos y vómitos, así durante un mes, sufriendo y sin tener ninguna atención médica. Lo dejaron morir, ese mismo día 15-VI-2018 apareció muerto a las 8.00, le intentaron reanimar con el desfibrilador, le dieron masajes cardiacos, pero todo quedó en nada, ya había muerto. Se llamaba Jorge Castro Carbonell, de Valencia, otro preso más que, injustamente sufre la desatención médica, que descanse en paz.

Pero es que el día siguiente, 16-VI-2018, otro compañero de mi galería, Óscar Andrés Cruz Rodríguez, de Colombia, apareció también muerto, a las 8:00, en el recuento, supuestamente suicidado. Estoy muy jodido psicológicamente, vivía con ellos y compartir patio y las cuatro horas de vida en esta mierda de patio con ellos durante seis meses, es algo que me cuesta todavía asimilar. Espero que esto rule a toda la peña y se entere de lo que pasa por Estremera.

Lo primero que hice fue telefonear a mi abogada y comunicarlo a Salhaketa por teléfono. Luego, a todxs vosotrxs, cuando coopera un poco de fuerza es más fácil asimilar estas cosas. Todo un poco extraño. También mando el escrito al Juzgado de Vigilancia Penitenciaria de Madrid, para que quede constancia de que yo sí soy un preso en lucha.