En 1889, en un congreso obrero de la Internacional Socialista celebrado en París, se acuerda instaurar el día 1º de mayo como “fiesta del trabajo” en recuerdo de los obreros ejecutados tras una huelga en EEUU y que fueron conocidos como “Mártires de Chicago”.
Al año siguiente en multitud de países se celebrarán actos y manifestaciones. Al caer el día 1º de Mayo en jueves laborable, muchas organizaciones obreras, incluyendo las cántabras, trasladaron los actos al día 4, domingo. Su propósito era celebrar un mitin y posteriormente hacer una manifestación por las calles de Sanander. Las autoridades se negaron a ceder una escuela municipal para el mitin, desplegaron fuerzas policiales en lugares estratégicos de la capital cántabra y ordenaron el acuartelamiento de las tropas. A pesar de todas las restricciones la manifestación se desarrolló sin incidentes y transcurrió hasta el Gobierno Civil, donde un grupo de representantes obreros llevaron a las autoridades sus reivindicaciones, que incluían la jornada de ocho horas, la abolición del trabajo infantil o del trabajo nocturno, entre otras.
Al año siguiente, en 1891, con motivo de esta fecha se realizará un gran mitin al que acudirán más de 2.000 personas, todo un éxito sin precedentes para el movimiento obrero cántabro. Durante la jornada se presentarán nuevas sociedades obreras, de carpinteros, albañiles y pintores. El mitini del año 1892 será aún más concurrido pues se estima que acudieron unos 3.000 trabajadores y trabajadoras. La festividad quedará por tanto fijada definitivamente en el calendario. Un calendario en el que también figuraban otras fechas simbólicas como la de la proclamación de la Comuna de París el 18 de marzo, que solía celebrarse con una comida de hermandad.
Poco tiempo después, a la manifestación de Santander se sumarán las de Torlavega y L’Astilleru, y en 1920 la de Rinosa, aunque en otras localidades cántabras las agrupaciones obreras también organizarán actos reivindicativos o festivos con motivo de este día.
A comienzos del siglo XX el 1º de Mayo en Sanander comenzaba en la madrugada con el toque de diana por las calles de la ciudad llamando a las y los obreros para que acudieran al mitin que tenía lugar por la mañana. Después de este, la manifestación recorría las calles de la ciudad, terminando normalmente en los jardines de Piquío. Posteriormente se celebraba una comida y una romería en los pinares amenizada con la música de piteros y tamboriteros, así como una banda de música.