35 años del asesinato de Agustin Rueda Sierra en la carcel de carabanchel

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35 años del asesinato de Agustin Rueda Sierra en la carcel de carabanchel

Agustín Rueda fue un joven anarquista que murió apaleado en la cárcel de Carabanchel en Madrid en 1978. Su caso fue el primero que acabó en condena para los responsables de prisiones. La democracia nacía con las manos manchadas de sangre.

A la memoria de Agustín Rueda y de todas las personas luchadoras asesinadas en las cárceles

En la madrugada del día 13 al 14 de Marzo del año 1978, los carceleros de la cárcel de Carabanchel encontraron un túnel de huída cuya construcción no estaba todavía finalizada en la tercera galería de dicha prisión.

La represión, que no tardó en llegar, se abalanzó sobre los presos de aquella galería con más fama de fuguistas y de agitadores y con más dureza sobre Agustín Rueda, un conocido de los carceleros y de la justicia española, por sus ideas anarquistas y su actitud insumisa y rebelde, tanto fuera como dentro de prisión.

Los carceleros, como medio para averiguar de quién había sido la idea de intentar fugarse, reunieron a los presos sospechosos de organizar el plan de evasión en varias salas y una vez a buen recaudo, los 15 carceleros se turnaban para propinar a los presos indefensos verdaderas palizas en las que entre preguntas y gritos, les golpeaban con palos de hierro, porras, puñetazos y patadas.

Los gritos se escuchaban en toda la prisión pero el código era claro y nadie debía abrir la boca, pasase lo que pasase. Las consecuencias del cómplice y solidario silencio fueron tan nefastas como diversas.

Algunos presos salieron de la sala sin tan siquiera fuerzas para caminar, siendo devueltos a sus respectivas celdas arrastrados por los carceleros que una vez allí, les dejaban tirados en el suelo y sin asistencia médica pues los médicos del centro penitenciario, José María Barigon y José Luis Casas García se negaron a atender a los represaliados, aunque algunos presentaban serias lesiones en cabeza y tórax que tardaron en algunos casos más de un mes en curar.

No obstante, con Agustín, dadas sus ideas y su pasado libertario, decidieron ensañarse. Durante días le estuvieron golpeando sin piedad. Desafiante hasta el final, decidió no revelar a aquellos bastardos el nombre de sus cómplices, haciendo honor a la lealtad que los presos y las presas guardaban entre sí. Finalmente, no pudo resistir el castigo y falleció a causa de diversas heridas provocadas por los golpes constantes y por el agotamiento tanto físico como psicológico al que fue sometido durante el inhumano castigo.

El informe de la autopsia pondría de manifiesto cómo “las lesiones fueron producidas por un grupo de agresores” que emplearon “objeto contundente alargado, de tipo blando, como puede ser la porra o el vergajo, y objeto duro, de menor tamaño”. Dicho informe proseguía: “Se puede afirmar que no es posible, salvo especial destreza, ocasionar tantas lesiones externas respetando la estructuras óseas subyacentes”.

Agustín Rueda había nacido en el pueblo de Sallent, Cataluña, de tradición minera y trabajadora donde fue aprendiz de varios empleos. Emigrante en Francia, pasó la frontera clandestinamente en el franquismo con fotocopiadoras para la CNT. Estaba en la cárcel acusado de pertenecer a los Grupos Autónomos, y había sido detenido poco antes de su asesinato a manos de los perros sarnosos al servicio del poder acusado de acciones contra las elecciones sindicales y de pertenecer a “comandos libertarios terroristas “, así como de apoyo al movimiento de la Coordinadora de Presxs en Lucha (COPEL), la cual se encontraba detrás de gran parte de los motines que tuvieron lugar durante la transición y los primeros años de la democracia y que fueron reprimidos con brutalidad y falta de escrúpulos.

A diez años de la muerte del recluso anarquista, la Audiencia Provincial de Madrid consideró que el apaleamiento de Agustín Rueda era “un delito de imprudencia temeraria con resultado de muerte”. Eduardo Cantos, director de la cárcel de Carabanchel cuando se produjeron los hechos junto con Antonio Rubio, que ocupaba entonces el cargo de subdirector y cinco funcionarios más fueron condenados a 10 años de cárcel por el asesinato de Agustín. Otros tres encausados fueron condenados a ocho, siete y seis años, respectivamente. Así mismo, los médicos José Luis Casas y José María Barigow, fueron condenados a dos años de prisión por hacer caso omiso de la delicada salud de Agustín y dejarle morir sin atenderle (se constató de sobra que de haber sido atendido a tiempo se habría salvado). De todos ellos, ninguno llegó a permanecer ni ocho meses en prisión.

Tras estos sucesos, se dieron numerosas muestras de solidaridad por todo el Estado. En su pueblo natal, los mineros declararon una huelga general y la COPEL, junto con algunas organizaciones del movimiento anarquista organizaron varios motines y muestras de rabia en las cárceles exigiendo justicia mientras en la calle, las continuas presiones de la familia y del pueblo lograron que Agustín fuese enterrado finalmente de manera ilegal en su lugar de nacimiento.

Adjunto ahora un extracto del documento “Conclusiones y calificación de los hechos de la acusación particular” (resumen) acerca del caso de Agustín, en el juicio contra diversos mercenarios (que no son funcionarios ni mucho menos trabajadores, sólo escoria cobarde que amortiza sus complejos de inferioridad pegando y torturando a personas indefensas que tienen derecho a una segunda oportunidad):

“Especial intensidad tuvieron los golpes recibidos por AGUSTÍN RUEDA SIERRA, militante libertario que se negó a dar las respuestas que deseaban los funcionarios procesados, por lo que fue objeto de una paliza prolongada y técnica, generalizada por todo el cuerpo y que le ocasionó gravísimas lesiones que determinarían su muerte al no ser debidamente atendido por los médicos de la Prisión. Tal agresión colectiva y fría no fue en absoluto motivada por una supuesta actitud agresiva de la víctima, quien tampoco tuvo oportunidad de defenderse dado el número de funcionarios agresores y los medios del ataque utilizados por los mismos, quienes por otra parte actuaron con conocimiento de la gravedad de las lesiones que causaban y con plena voluntad de producirlas.

Tanto el Director del Centro que ordenó todo lo anterior, como quienes dirigieron las torturas y las efectuaron, teniendo en cuenta los medios empleados eran plenamente conscientes de la posibilidad de llegar a producir la muerte (aun cuando no conste acreditada la intención de matar).

Cuando terminaron de torturarle y siendo aproximadamente las 11 de la mañana AGUSTÍN RUEDA SIERRA fue introducido por algunos de los funcionarios procesados en una de las celdas conocidas como "de los condenados a muerte" donde permaneció en condiciones muy precarias hasta las 11 de la noche aproximadamente, en que fue trasladado a la enfermería (en una camilla ya que no podía moverse por sí mismo) ante el estado lamentable que presentaba y por orden del Jefe de Servicios.

Los Médicos del Centro procesados, JOSE LUIS CASAS GARCÍA y JOSÉ MARÍA BARIGOW PÉREZ, visitaron al herido en dos ocasiones, sobre las 14,30 y 16,30 horas aproximadamente y a pesar de que constataron el grave estado en que se encontraba y comprobando por medio de una aguja la insensibilidad de alguna parte de su cuerpo así como los múltiples traumatismos que presentaba y la entidad de los mismos (con evidente peligro de shock traumático), se limitaron a darle unos supositorios, reprochándole su participación en el túnel.

Dichos procesados, conocedores del origen de las lesiones y a pesar de todo lo anterior, no adoptaron las medidas necesarias para intentar salvar la vida de AGUSTÍN RUEDA SIERRA con el fin de evitar que se descubrieran los hechos, no redactando tan siquiera un parte (lo que hicieron al día siguiente falsificando la fecha) ni se aseguraron de la asistencia técnica necesaria en las horas siguientes, abandonando la prisión según su horario habitual. La conducta de estos médicos se considera también causa del fallecimiento que se produjo en la enfermería del Centro en hora no determinada pero anterior a las 8,15 del día siguiente, en que se condujo el cuerpo de Agustín al Hospital, que se encuentra en el mismo complejo Penitenciario donde quedó depositado por ingresar ya cadáver. “

Hoy, es uno de tantos ejemplos de lucha antiautoritaria contra las cárceles de la democracia, que degradan a los hombres y a las mujeres que allí son encerradxs, sometidxs día y noche a las palizas gratuitas de lxs carcelerxs, a las inyecciones de los médicos, que sólo hacen el juego sucio de convertir a seres humanxs en bestias. Sometidas a la violencia, al silencio, al aislamiento y la rutina. Las cárceles no reinsertan, ¡las cárceles de la democracia matan y torturan!.

Fuente: Vozcomoarma.blogspot.com

25 años del asesinato de Agustin Rueda en la carcel de carabanchel

* Artículo aparecido en la revista Ajoblanco en mayo del 78, dos meses después de su muerte.

Una vida quebrada a golpes. Toda muerte sacraliza pero en este caso, al convertir el hecho en suceso, la prensa la ha distorsionado, quedándose con lo monstruoso, lo diferencial, oscureciendo a Agustin Rueda hasta robar su recuerdo a la gente que lo trató. En este tipo de muerte, asesinato, muerto por algo o en nombre de algo es fácil caer en un olvido interesado o devenir héroe, fetiche de pocos. Agustin nunca quiso ser héroe. Trataremos aqui de acercarnos a su biografia y a sus escritos , para recuperar su imagen de hombre normal que incluso muere de forma -aún mas cruel y aberante-"normal", porque es normal que cierta gente sea cruel y aberrante, y que la victima sea un Agustin Rueda Sierra, trabajador y libertario.

Nació el 14-11-1952 , en una barraca de la Colonia de Sallent, pueblo minero con importante porcentaje de inmigrantes. Madre tejedora y padre minero que, con el drama de la miseria habitual en la época, no conseguirian algo semejante a un piso hasta el 56, concedido por la empresa. Esta Colonia donde nace sera objeto de reflexión constante a lo largo de su vida: su pensamiento remitió a ella en todo momento. Acude a la escuela -otro hito- hasta el 8-7-66 en que finalizados los estudios primarios topa con su condición de hombre pobre: ha de conseguir trabajo. Cuatro años de aprendiz de matricero en una empresa auxiliar del automóvil (Metalauto entonces, Authi luego, al cambiar de propietarios. Ahora Commetasay) a 8 km de la Colonia.

Es fácil adivinar los componentes del cuadro que les lleva a tener ya en esos momentos una conciencia inicial de explotado.

Su respuesta , sin embargo, no es encuadrarse en un partido, hacerse cuadro. No se politiza por un ansia abstracta de libertad, por el Vietnam o por el mayo del 68. Lo inmediato le oprime y le impacta: así pues, luchara en un terreno inmediato.

Tratando de vencer la apatia tradicional -el ciclo explotación -miseria-ocio brutalizado repetido todos los dias hasta la inevitable enfermedad o despido -intenta dinamizar el barrio. Crea un Club Juvenil, consigue proyecciones, conferencias, recitales de cantaores.....Apasionado del futbol ( carece del snob desprecio hacia el deporte tópico entre jovenes que se sueñan distintos), consigue crear un equipo al que también siempre volvera su recuerdo. Tiene 18 años.

El ACOSO

El aprenndizaje parece haber sido en varios sentidos. En abril del 71 deja la fabrica y, luego de dos trabajos cortos como montador en una mina y en una fabrica de tejidos, logra trabajo en Sallent. En el 2- 72 se produce la huelga y encierro de los mineros de Balsareny y Sallent. Agustin se vuelca: asambleas informativas, manifestaciones, grupos de ayuda.... Llega a reunir a los comites en su casa a falta de lugar mejor.Consecuencia logica: en septiembre es expulsado del trabajo: Los caciquillos industriales de la comarca ven en él un enemigo.

Continua sin embargo ligado al lugar.El 17-11, en un cruce de la salida de la Colonia con la carretera, muere atropellada la madre de un compañero. Otra consecuencia mas de la explotación y la miseria de condiciones de vida de la Colonia . En la manifestación subsiguiente, 19-11, es detenido, buscando expresamente en su casa por la policia. Ingresa en la Modelo, de donde saldra en febrero del 73. Es el fin de una época. Agustin comienza a exigirse a si mismo. Vuelve a Sallent, pero para las autoridades y la escasa gente de orden se ha convertido en la bestia parda. No le dan trabajo. Lo consigue esporadicamente, como albañil o como temporero en vendimias y recogidas de fruta. La vida le arrincona. Su madre queda ciega. El Club juvenil- fundamental como dinamizador- es cerrado por la empresa y la guardia civil con la topica excusa banal: les acusan de robar unas cajetillas de tabaco. La tensa situación se rompe con la llamada a filas..

El 9-5-74 se incorpora a Infanteria de marina en Cartagena. Luego ferrol, el 26-6. El 17 muere su padre tuberculoso, debilitado por la miseria.Hay pocas noticias de su mili. Escribe poco a Sallent y acude solo a los funerales de su padre y su madre fallecida el 28-10-74. Se queda sin casa. Se licencia el 28-10-75 y reaparece en la Colonia.

LA AVENTURA CONSECUENTE

A su vuelta continua el acoso. No hay ningun trabajo para él, pero su presencia dinamiza al grupo joven del barrio. No olvida la importancia de la diversión y organiza un torneo de futbol, afición de toda su vida. En abril del 76 pasa por primera vez a Francia para ayudar a un desertor de la Colonia.

El 14 llega su primera carta. Ha tomado contacto con los exiliados de Perpigñan y vive encima de la Libreria Española. Al poco tiempo una bomba vuela la libreria y destroza la casa. Trata por todos los medios de llevar una vida propia, independiente de la politica y de la existencia viciada del pequeño circulo de exiliados. Recoge fruta en Ceret y trabaja el campo en Conella de la Rivière durante varios meses. En octubre llega clandestinamente a Barcelona. Pasa libros y pamfletos libertarios . Vuelve a Francia con desertores para retornar en Noviembre a la Colonia. Necesita Sallent , pero las autoridades le rechazan. Otra vez el acoso. No quiere ser una carga para su hermana y duerme en un piso que la empresa, dueña de todo, ha concedido graciosamente a un grupo musical para sus ensayos. Enterada la dirección clausura el piso. Va a vivir a una masia abandonada proxima a la Colonia. Por supuesto no tiene trabajo. Hay que escapar al acoso.

Ya con pasaporte, en febrero del 77, vuelve a Perpiñan. Entra en contacto con un grupo autonomo libertario, pero en absoluto renuncia a su vida. No es un siniestro terrorista profesional. Su único dinero procede del trabajo del campo. Vive pobremente, fuera de Perpigñan y vuelve a jugar al futbol, en el SMOC. Un labrador jornalero libertario que juega al futbol es algo bien distinto a un revolucionario profesional.

El 15 de Octubre del 77, sabado, a las 6 de la mañana es detenido en la frontera, en tierra española. Excesiva buena fe y un claro chivatazo.

ULTIMA CONSECUENCIA: CARCEL

Pasa 3 dias en la comisaria de Layetana de donde le llevaran a Figueras, a restablecerse de la paliza. A fines de mes pasa a la carcel de Gerona. Entra en contacto con COPEL y se convierte en miembro activo, tratando de hacer tomar conciencia en el interior y de coordinar las actividades en el exterior, siguiendo la linea de COPEL que tanta " hostilidad" y silencio ha tenido en la prensa y los bienpensantes partidos.

Los abogados Vidal (comite propresos CNT) y M. Segui (familiares y amigos presos politicos) parece que se encargarán de su caso. Solo el 1º le vio: una vez y al principio.

Como consecuencia de su trabajo en COPEL , es trasladado el 1-1-78 a Carabanchel. Sus abogados, en principio ni se enteran. Hay un sospechoso silencio administrativo y un notable desconcierto. El Comité propresos de Madrid indaga en Carabanchel y recibe el aqui no esta por respuesta. Son meses duros en COPEL y Agustin tiene abogado de oficio. El 2 de marzo el Comite de Solidaridad de Sallent se traslada a Madrid y contacta con Anabela Silva, a quien encarga la defensa del caso. Para entonces el caso ya era otro. Es la cárcel de España. Conocedor de las razones y de las consecuencias de la miseria, Agustin Rueda no distinguio entre politicos y comunes, y se entrego de lleno a COPEL. Por ello nunca llegó a ver al juez. Tuvo otros jueces: sus mismos verdugos. Murio el 14 de marzo, a las 7.30 debido a un shok traumatico como hizo constar el doctor Gregorio Arroyo. Nadie le vio despues de la brutal paliza. Trasladado el cadaver a Sallent, fue enterrado sin permiso, incluso sin el de Sanidad. Habia que evitar escandalos. El director de la carcel y 10 funcionarios estan procesados -como en su tiempo el inspector Matute- pero a ellos no les juzgaran sus carceleros ni sus encarcelados. Ellos estan en un pais de derecho.

25 años del asesinato de este compañero libertario que participo en las luchas de la C.O.P.E.L

Fuente: Revista Ajoblanco nº 33 (Mayo de 1978)

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